Aniversario de los 50 años del ministerio sacerdotal de Fray Francisco Rodríguez Fassio, OP
Celebrar una vida de servicio a la predicación de la Palabra y fe, marcada por el amor de Dios a los demás. Una oportunidad para dar gracias a Dios y renovar el compromiso…
El 21 de marzo la comunidad parroquial, la familia dominicana, acompañado por los frailes del Paraguay y religiosas de distintas congregaciones, hemos tenido el gozo de celebrar el aniversario de los 50 años del sacerdocio ministerial de nuestro querido hermano Fray Francisco Rodríguez Fassio, o fray Paco como le llamamos indistintamente en estos lugares, con gran aprecio y cariño…
Esta celebración ha marcado un hito significativo en la vida de nuestro hermano como sacerdote, un homenaje que sella medio siglo de dedicación al servicio de la Iglesia y a la Orden. Fue un momento bien aprovechado para reflexionar sobre la vocación, el compromiso, y el trabajo pastoral realizado durante tantos años, así como para dar gracias por las bendiciones recibidas a lo largo del camino.
La ocasión de este aniversario también ha sido una oportunidad para recordar los momentos de gracia y desafío que han acompañado la vida y ser de todo sacerdote. Nuestro hermano Paco, a lo largo de 50 años, como sacerdote ha tenido la oportunidad de asumir distintos servicios en la Orden, como formador, profesor, asesor de grupos, programas televisivas, socios del Provincial y acompañar muchas personas en su fe, brindar consuelo en momentos de dolor, y celebrar los momentos más significativos de la vida de los fieles y con sus hermanos frailes…
En la celebración se ha resaltado el testimonio de una vida de entrega total a Dios y a los demás. En cada Eucaristía celebrada, en cada predicación, en cada gesto de servicio, fr Paco se ha comprometido con el llamado que recibió hace 50 años, la de ser un predicador de la gracia. A lo largo de los años, ha enfrentado dificultades y retos, pero también ha experimentado momentos de alegría y satisfacción al ver cómo su ministerio ha tocado las vidas de quienes lo han acompañado en su camino de fe, esperanza y caridad.
Honramos y agradecemos por la vocación de nuestro querido hermano, su labor en la comunidad eclesial, su presencia que ha marcado y seguirá marcando una ayuda espiritual, ¡un verdadero faro de esperanza en este año jubilar!
En nombre de nuestro Padre Santo Domingo, y bajo el amparo de Nuestra Madre La Virgencita de Caacupé, nos unimos en este acontecimiento para expresar gratitud y reconocimiento, renovando el apoyo y la oración por su fecunda labor ministerial.¡MUCHAS GRACIAS FRAY PACO Y MUCHAS FELICIDADES!
Fr Edgar Rubén Olmedo Acosta, OP.
Fuente : https://www.dominicosvam.org/
