CON LAS FLECHAS EN ALTO
YA VAN DOS MESES DE PARO EN LA AMAZONÍA PERUANA
Y todavía no se vislumbra salida a este conflicto que mantiene a nuestros hermanos nativos lejos de sus comunidades, tomando carreteras, ríos, aeropuertos y puntos estratégicos por donde fluyen los recursos de una amazonía ofertada, penetrada y explotada en las dos terceras partes de su inmenso territorio, a las empresas internacionales.
La respuesta del Gobierno ha sido declarar el estado de emergencia y enviar tropas del ejército, por tierra, río y aire para amedrentar a los nativos. Gracias a Dios, a la fecha no ha habido ninguna víctima mortal. Pero tememos el recrudecimiento de la situación ante la cerrazón y falta de diálogo. A lo largo de este tiempo, es evidente el poco interés del Gobierno por atender las demandas de los pueblos indígenas amazónicos y lo más que ha hecho ha sido reconocer el abandono al que los tiene sumidos. A pesar de haberse comprometido a institucionalizar de una vez la Mesa de Diálogo para tratar todos los asuntos que competen a estos pueblos, se sigue postergando la principal exigencia de los nativos, que es la derogatoria de todos los decretos que ponen en peligro sus tierras, desoyendo incluso a las propias instancias estatales que así lo aconsejan.
Frente a la cerrazón del Gobierno de la República, son ya muchas las manifestaciones nacionales e internacionales de apoyo a esta causa justa en defensa no solo de los derechos de los nativos amazónicos, sino también y como ellos reiteran incesantemente, los de toda la humanidad que clama en defensa del Planeta. Acaba de finalizar en Puno, corazón de la pachamama, la IV Cumbre de los Pueblos y Nacionalidades Indígenas de Abya Yala con un pronunciamiento de solidaridad al movimiento amazónico en huelga. Estos días comienza en Tarapoto, corazón de la amazonía peruana, la IV Cumbre Amazónica en defensa de ese inmenso patrimonio amenazado de la humanidad. Nuestros obispos amazónicos también han expresado su apoyo y urgido al gobierno dialogue y atienda las legítimas exigencias de los pueblos amazónicos peruanos.
En concreto, las comunidades machiguengas del Alto Urubamba, levantaron la huelga de la carretera en la misión Koribeni y la trasladaron a Quillabamba donde todas las asociaciones y cooperativas de la Provincia de La Convención, se solidarizaron con ellos y realizaron varios días de paro total con mítines ardientes. Luego se trasladaron a las inmediaciones de la ciudadela de Machu Picchu donde tomaron la vía férrea y también gozaron de la comprensión de los turistas ante sus reclamos. De allá se trasladaron a la toma de una válvula del gasoducto que de Camisea bombea el gas hacia la costa y de allí al extranjero.
En el Congreso dan largas al asunto por temor a que se pronuncien a favor de la derogatoria, lo que afectaría seriamente los tratados de libre comercio sobre todo con los EE.UU.; por lo que nos tememos que el paro continúe indefinidamente. Mientras tanto las comunidades nativas están sufriendo por la pérdida de sus cosechas de café, el abandono porque su gente disciplinada acude a secundar los llamados de sus organizaciones; maestros que aprovechan la situación para vacar de sus escuelas; proyectos que se han quedado paralizados y nadie sabe cuando se reiniciarán, etc. etc.
Los misioneros también nos hemos expresado, en una carta al Congreso de la República, nuestra solidaridad con el movimiento amazónico y el ruego que dialoguen con voluntad con sus representantes y deroguen esos decretos que lesionan su tierra, sus recursos y sus derechos.
P. Roberto Abalos Illa
Misión San José de Koribeni Pentecostés 2009