“Desde lo hondo a ti grito, Señor”, (Sal 129, 1)
El pasado 1 de junio, los sicarios del terrateniente secuestraron a Danilo Vásquez. Lo llevaron a su casa y le balearon la pierna con una escopeta 12 recortada dejándolo 2 horas desangrándose.
Las familias campesinas de la Asociación “Mamá Tingó” sufren desalojos de sus tierras y viviendas por parte del terrateniente Pedro Varona en una tierra que el Dr. Joaquín Balaguer les declaró de utilidad pública en 1975 con el Decreto 486 en “La Culebra” de Vicentillo en la provincia de El Seibo. En 2016 el IAD posicionó a 613 familias en el mismo lugar pero el 6 de septiembre de 2018 el terrateniente pagó 11 millones de pesos para un desalojo ilegal que tumbó 212 casas arrasando todos los sembradíos. Esta tierra fue sembrada por el cuerpo de Carlitos de 12 años, asesinado en 2019por un sicario del terrateniente. Decenas de personas han sufrido largos encarcelamientos, torturas y heridas de armas de fuego.
El pasado 1 de junio, los sicarios del terrateniente secuestraron a Danilo Vásquez. Lo llevaron a su casa y le balearon la pierna con una escopeta 12 recortada dejándolo 2 horas desangrándose. Desde entonces está pasando un viacrucis de salud esperando la cirugía pues tiene fractura doble de tibia que, para curarla, se necesita un fijador que cuesta 94.000 pesos. Después de haber realizado la denuncia en la Policía y depositada en la Fiscalía todavía no hay reacción de la justicia. En los días siguientes los sicarios irrumpieron en varias viviendas quemando motores y robando todo lo que encuentran a su paso dejando una estela de terror ante la mirada pasiva de quien debe instaurar la justicia y la armonía en la convivencia.
A resaltar la actitud pacífica de estos campesinos que después de mucha oración peregrinaron al Palacio Nacional en 2019 y 2022 reclamando el derecho a su tierra y adormecidos con promesas. La Familia Dominica y tantas instituciones amigas contemplan sinodalmente esta sangrante realidad animada por el sueño de una tierra compartida. Mons. Jesús Castro Marte nos alienta en esta lucha por la dignidad en sintonía con las tres T de Francisco, tierra, techo y trabajo, como una utopía que anima a soñar juntos con esa “tierra que mana leche y miel” (Ex 3, 8), la tierra prometida que ha mantenido siempre esperanzado al Pueblo de Dios.
Fruto de este malestar por el lento y cómplice actuar de la Justicia varias organizaciones sociales, campesinas, comunitarias y sindicales acogieron a los campesinos ante la Procuraduría General de la República para proclamar un manifiesto que luego se entregó a la Magistrada Mirian Germán. Recogemos lo más significativo:
“denunciamos y condenamos el secuestro y posterior tortura con un balazo causándole roturas y perforaciones con municiones en la pierna izquierda al joven Danilo Vázquez por parte del hacendado Pedro Varona y tres de sus secuaces matones. A pesar de la contundencia de tantos hechos que se le imputan, el ministerio público de El Seibo y Hato Mayor nunca han accionado en contra de Varona, de lo cual se ufana en proclamar que son sus aliados, que él tiene a todas las autoridades compradas y controladas, demostrando el poco accionar, que es verdad, por el contrario, el ministerio público acciona en contra de los afectados, pretendiendo ahora ignorar y culpar del hecho a los matones al servicio de ese señor y eximirlo de toda responsabilidad a ese hecho criminal, del cual se cuenta con testigos.
Emplazamos y demandamos del Ministerio Público, magistrada Mirian Germán Brito, a apresar y someter a la justicia a Pedro Varona y detener la complicidad que existe en las autoridades gubernamentales de El Seibo incluido el Ministerio Público. Denunciamos el apresamiento del pastor Molina y 4 campesinos más en la sección Bejucal de Hato Mayor mientras se encontraban en labores agrícolas en los terrenos que fueron asentados. Fueron sometidos a la justicia como invasores por el propio Consejo Estatal del Azúcar que participó en el asentamiento agrícola donde aparece la Familia Severino con sus títulos de propiedad.
Las evidencias dicen que el asentamiento en Bejucal a un grupo de los Peregrinos por parte del Gobierno tenía como objetivo principal dividir el movimiento, callar su lucha por las tierras que les pertenecen y eliminar el ruido que esa lucha provocaba en la campaña electoral. Toda una maniobra politiquera y manipuladora. Llamamos al movimiento campesino del país y a todos los movimientos sindicales, profesionales, estudiantiles, de mujeres, sociales y populares a cerrar filas en torno a la exigencia de apresamiento y sometimiento a la justicia de Pedro Varona para que sea condenado y pague con cárcel sus múltiples actos delictivos, así como apoyar y redoblar la demanda de que los Peregrinos sean legalmente asentados en las tierras de La Culebra que legítimamente les pertenecen y demandar la libertad del pastor Molina y demás campesinos presos en la cárcel de Hato Mayor.
El gobierno de Luis Abinader es responsable de la impunidad de Pedro Varona, de que 600 familias vivan en la incertidumbre sin el disfrute producir las tierras donde fueron injustamente desalojadas y de las desgracias que puedan seguir pasando en los terrenos de la Culebra donde este terrateniente ha montado una feroz ola represiva para obligar a que los campesinos no salgan de sus propiedades o les dejen el lugar. Ellos temen por sus vidas por los matones que ese señor mantiene armados hasta los dientes en todo el entorno comunitario. Justicia ya. Las tierras de Vicentillo-La Culebra para Los Peregrinos”.
Este documento fue respaldado por la Coordinadora Nacional Popular, Red Urbano Popular, Articulación Nacional Campesina, Unión de Trabajadores Cañeros, Federación Sindical Mundial (FSM), Peregrinos de El Seibo, CONAMUCA, Derechos Humanos, Radio Seybo, Familia Dominica, Fundación Expresión Arte, Salud y Género (FEARSAGE) y corriente Magisterial Narciso González.
Seguimos gritando junto a los Peregrinos, Señor, la canción de la dignidad. Escucha nuestra voz, estén tus oídos atentos a la voz de nuestra súplica por la tierra que les vio nacer. No desfallezcamos ante tantas provocaciones y seamos siempre agradecidos a Dios por la gracia de compartir la vida con estos preferidos de Jesús su amor a la tierra.
Fr. Miguel Ángel Gullón Pérez O.P.
Comunidad de Dominicos de El Seybo