Educación y coronavirus: Aprendiendo en la Misión de Shintuya
El presente artículo aborda un importante registro etnográfico en tiempos de COVID-19. Un relato desde la mirada antropológica del Lic. José Carlos Ortega R.*, quien desde la Comunidad nativa Shintuya hace un balance de la historia misional, el actual acompañamiento de la misión y los retos educativos de estudiantes indígenas amazónicos.
La situación actual que venimos viviendo frente al COVID-19 ha generado interrogantes en el quehacer amazónico. ¿Cómo están viviendo la pandemia los pueblos amazónicos?, ¿Qué significa acompañar a su gente desde una misión?, ¿Cómo están educándose los niños y niñas de la zona?, ¿La información que da el gobierno es adecuada?, ¿los mensajes que se transmiten, lo dicen en sus lenguas? y ¿Cómo están cuidando a los abuelos de la zona?
El presente artículo aborda un importante registro etnográfico en tiempos de COVID-19. Un relato desde la mirada antropológica del Lic. José Carlos Ortega R.*, quien desde la Comunidad nativa Shintuya hace un balance de la historia misional, el actual acompañamiento de la misión y los retos educativos de estudiantes indígenas amazónicos.
Compartimos extractos del escrito y adjuntamos el informe completo
Educación y coronavirus: Aprendiendo en la Misión de Shintuya deLic. José Carlos Ortega R.*
Misiones Dominicanas
La Misión acompaña a las familias sin determinar las actividades recreativas, económicas, culturales, sociales de la comunidad. Durante aproximadamente 80 años, los misioneros dominicos y las distintas parcialidades harakmbut (i.e Manukiaris, Pukirieris, Karaneris, Sapiteris, Arasairis, Huachipairis, Toyeris y Amarakiris) han estado en mutuo acompañamiento, intercambio, influencia, defensa y afecto. De esa forma, a inicios de la década del 2020, actividades económicas como la extracción maderera, cultivo y venta de plátanos, turismo vivencial, transporte fluvial de pasajeros, entre otros servicios, explican la actual nucleación y vida económica cotidiana de la población local. Si bien todavía la caza es practicada, no es una actividad regular que provee de recursos calóricos a las unidades domésticas. La dieta de la población consiste en arroz, fideos, aceite y pollo; estos productos provienen de Salvación (capital provincial) o Cusco. La comida del amico (denominación dada a los no-nativos) ha reemplazado a la yuca asada y al mitayo (carne de monte en castellano). El consumo de masato existe, pero solo al interior de unas pocas unidades domésticas huachipairis. Los antiguos amarakairis no consumían yuca fermentada ni el “chapo” de plátano, sino el zumo de maíz no fermentado. La confesión religiosa del poblado es católica; no obstante, la presencia de evangélicos, debido a la cercanía a centros urbanos donde existen y funcionan activamente iglesias protestantes, se hace notar sobre todo en descendientes quechuas. La Misión participa en la vida y acuerdos de la población local dadas en las asambleas comunales. Autoridades y padres de familias consultan y solicitan a los misioneros ayuda y consejo sobre diversos tipos de temas (i.e iniciativas de turismo, educación, empleo y salud principalmente). Mencioné al inicio que es una institución relevante pero no determinante porque si bien la Misión goza del respeto y estima de la población a través de la consulta y solicitudes de ayuda dirigidas a ella principalmente por la población de adultos mayores; la continua vinculación de la comunidad con centros urbanos y sus actores genera cambios en las demandas económicas, educativas y sanitarias de la población adulta y joven.
“Aprendiendo en casa - Secundaria”: Una misión complicada en Shintuya(1)
En el caso de los niños del Parque Nacional del Manu, retornar a sus comunidades de origen hubiera significado trasladarse durante varios días. Inicialmente estaba previsto que el estado de emergencia iba a concluir el 30 de marzo; de esa forma, carecía de lógica realizar la cuarentena en un bote, arrastrado por las corrientes de los ríos Alto Madre de Dios y Manu, en vez de permanecer bajo el cuidado de la Misión. Pero el estado de emergencia se extendió… los maestros seglares decidieron adecuarse a las circunstancias excepcionales y propusieron actividades académicas y recreativas con el fin de que los internos aprovechen el tiempo de estadía en la Misión. Se promovió y reforzó la lectura y escritura en castellano durante las mañanas en la biblioteca; y, en las tardes, al interior de la misión, se destinaba tiempo a actividades deportivas. La cuarentena es estricta y no se permite la salida de internos ni ingreso de personal extraño a la Misión.
“No entiendo”. El grado de bilingüismo entre los jóvenes internos no es homogéneo. Solo un porcentaje pequeño registra experiencias de migración temporal hacia ciudades como Cusco o Puerto Maldonado en los meses de vacaciones (Diciembre-Febrero). No se puede afirmar que un grupo tiene mejor manejo del idioma castellano por sus experiencias de migración temporal y otro no porque reside exclusivamente en el Parque Nacional del Manu. Existe un traslape de variables al interior de la población de internos. En este caso, el manejo del idioma castellano se puede explicar a través de la lectoescritura formal en castellano (textos provistos por la institución educativa) y la lectoescritura informal del castellano (cartas de amor, cancioneros, historietas), el diálogo con hispanohablantes adultos (i.e docentes, biólogos, antropólogos, comerciantes, etc.), la visualización de programas de televisión y películas, registro de canciones en castellano e inglés, entre otras variables.
La misión que nunca muere: educación en pandemia
El contexto socioeconómico y educativo del “no entiendo” probablemente se repita al interior de otras comunidades nativas. Este breve artículo es una muestra de la desigualdad continua e histórica referente al ámbito educativo, el cual se vincula a la dimensión socioeconómica, al interior de las comunidades nativas del Perú. Y esta desigualdad es promovida, inconsciente o conscientemente, por el Estado a través del programa “Aprendo en casa - Secundaria”. De esa forma, se parte del presupuesto que el alumnado genérico peruano:
1) Habla la misma variedad dialectal del castellano
2) Poseen similares capacidades de lectoescritura en castellano
3) Viven en zonas urbanas de clase media con capacidad para entender las referencias presentes en el programa
4) Padres de familia desarrollan actividades asalariadas similares
5) Cultura de investigación es de norma común al interior de las unidades domésticas peruanas (2)
6) Conexión estable de fluido eléctrico
7) Presencia de señal telefónica
8) Geografía y clima similar
No obstante, el alumnado peruano no es genérico y presenta diferencias marcadas por distrito, provincia y región. En el caso de la población machiguenga del Parque Nacional del Manu que cursa el nivel secundario en la comunidad nativa de Shintuya:
1) Lengua materna es machiguenga
2) Las capacidades de lectoescritura en castellano son limitadas
3) Viven en un territorio extenso donde sus unidades domésticas tienen un patrón de asentamiento disperso
4) Padres de familia se dedican a la horticultura, caza, recolección y actividades salariales poco frecuentes (3)
5) Los padres de familia no tienen estudios formales concluidos (nivel primaria o secundaria). El aprendizaje se desarrolla por observación. Ejemplo: Si el padre empieza a hacer una flecha o a rozar la chacra, el niño lo imita. Si el padre no lee en casa, el niño no lee.
6) Conexión inexistente o deficiente de fluido eléctrico. Uso de motores o paneles solares que proveen de energía eléctrica a la comunidad.
7) No hay presencia de señal de telefonía.
8) Geografía y clima notoriamente distinto al de Lima
Algunos puntos expuestos pueden estar presentes en contextos urbanos o rurales donde no necesariamente haya presencia de comunidades nativas.
Licenciado en Antropología por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y actualmente tesista de posgrado del Programa de Antropología en la misma universidad. Becario del Programa Trandes (Programa de Posgrado en Desarrollo Sostenible y Desigualdades Sociales en la Región Andina) iniciativa conjunta entre la Freie Universitat Berlin (FU Berlin) y la PUCP.
1.- Los internos estudian en el nivel secundario. El intervalo de edad va de 11 a 15 años.
2.- Capacidad de acompañamiento pedagógico por parte de los padres de familia. Asesoramiento en las tareas.
3.- A menos que sean docentes o personal de salud. En otros casos, que tengan trabajos esporádicos gracias a proyectos de investigación relacionados a biología, ecología, conservación medioambiental o ciencias sociales.