Educación en pueblos indígenas amazónicos. Entrevista a David Gavaldá, educador y voluntario
Podemos aprender de la sabiduría de los pueblos indígenas por el respeto que ellos tienen a la creación, prohibiendo su abuso y circunscribirlo en una educación por la ecología integral
P: En primer lugar, David, nos gustaría conocer tu percepción general sobre la situación educativa en pueblos indígenas. ¿Qué elementos positivos y negativos destacarías?
R: Es evidente que la situación educativa en pueblos indígenas y concretamente en los pueblos originarios de la Amazonía ha mejorado. Concretamente, en el Perú, el Estado ha llevado a cabo una fuerte inversión en la educación rural, especialmente en la selva amazónica, y por lo tanto entre los pueblos originarios. Si bien es cierto que se están invirtiendo muchos recursos económicos y ello ha repercutido en unas buenas infraestructuras educativas, se topa con algunas dificultades importantes. Una de ellas es sobre los recursos humanos, no se cuenta con el personal adecuado tanto por su desconocimiento de la realidad de las comunidades y los pueblos indígenas como por su formación pedagógica en general y contextualizada a la realidad en donde tienen que intervenir.
Continúa habiendo dificultades logísticas por la lejanía de las zonas en las que se interviene, pero especialmente hay que destacar las grandes brechas educativas que aún persisten. Hay que continuar incidiendo en un servicio educativo bilingüe e intercultural (EIB), que revalorice, preserve y recupere la gran riqueza cultural originaria de sus comunidades, que conduzca a los estudiantes a lograr competencias y capacidades para su realización personal; y por supuesto, que mejore las condiciones de vida y disfruten de los beneficios de una educación de calidad.
P: La educación formal escolar en pueblos indígenas está marcada por dos ejes transversales: por un lado, la necesidad de impulsar el respeto y revaloración de las culturas originarias; y por otro, la carencia de servicios educativos de calidad por ausentismo del Estado. ¿En qué medida se ha podido avanzar en estos ejes durante los últimos años?
R: Sí ha habido un avance por lo que respecta a la participación del Estado, pero hay que puntualizar que en el caso del sur oriente peruano, la carencia de servicios educativos por parte del Ministerio de Educación ha estado suplida hasta ahora por las escuelas que forman la red de la Ressop. Varias comunidades nativas que acogen estas escuelas son consideradas por el Ministerio de Cultura como pueblos en contacto inicial. Gracias a la presencia de la Ressop han surgido líderes en las comunidades que, de forma crítica y profesional, han exigido al Estado una presencia diferente, en especial en educación, en la cual el Estado está respondiendo de alguna manera, al implementar la Educación Intercultural Bilingüe, en las instituciones educativas de las Comunidades Originarias.
Importantes avances han venido marcados por la aprobación de distintos decretos supremos. Uno de ellos en el que se concreta una política de educación intercultural bilingüe y otro decreto en el año 2018 sobre la política de Atención Educativa para la Población de Ámbitos Rurales y con ello algunas opciones de convocatorias de subvenciones para instituciones privadas sin fines de lucro que promuevan la educación con las poblaciones rurales.
Pero todavía queda mucho camino por recorrer ya que el Estado sigue enfrentando diversos desafíos para la implementación de un servicio educativo de calidad: los factores de clima e inundaciones anuales, la dispersión de la población y las distancias geográficas, la diversidad cultural y étnica, son algunos rasgos que exigen una atención prioritaria adecuada a la realidad de la Amazonía del sur oriente peruano, y todo este proceso debe enmarcarse teniendo en cuenta los contextos sociales y culturales propios.
P. ¿Cuál consideras que es el aporte fundamental de la Iglesia en la educación de los pueblos indígenas? En términos cualitativos, qué aporta la Ressop en este campo.
R: Mis prejuicios iniciales acerca de la presencia de la Iglesia en la Amazonía cambiaron totalmente cuando conocí a los misioneros dominicos en el Perú. El aporte principal que ha hecho la Iglesia con los pueblos indígenas ha sido el de estar a su lado, apoyarles en la defensa de su territorio y hacerles conscientes de sus propios derechos: respeto al propio territorio, a su cultura, al respeto a los Derechos Humanos y, como no, al derecho a la educación de todos los niños.
En términos cuantitativos la presencia de la Ressop es mayúscula. Se trata de 89 Instituciones Educativas de Inicial, Primaria, Secundaria, CETPRO y PRONOEI. Todas ellas se ubican en los valles de las Comunidades Nativas, y su población es mayoritariamente indígena amazónica.
Todos los alumnos proceden de familias consideradas en extrema pobreza, con altos índices de desnutrición crónica, con recursos económicos irregulares dependiendo de la oferta laboral de las compañías petroleras y el municipio. Tal presencia ha servido para velar por el acceso a la educación de los pueblos originarios amazónicos, como herramienta de asimilación, liberación, promoción y adaptación a las nuevas condiciones de vida y su incorporación a la sociedad peruana, a través de la educación.
También han sido y son muy importantes las residencias de estudiantes de secundaria. Los misioneros detectaron la necesidad de dotar de una infraestructura y atención adecuada a los niños y jóvenes de la zona, que por vivir en comunidades alejadas no tenían acceso a escuelas de educación secundaria e incluso de educación primaria en muchos casos. Son un espacio donde los jóvenes indígenas pueden residir en condiciones apropiadas para el estudio y el crecimiento personal, dentro del ambiente sociocultural al que pertenecen, adquiriendo nuevos conocimientos y costumbres válidas para su desarrollo personal y comunitario.
P: El derecho de los pueblos indígenas a la educación está protegido por diversos instrumentos internacionales, especialmente por la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. ¿Se ha avanzado algo en la aplicación de esta declaración o es letra muerta?
R: Diría que sí se ha avanzado, aunque con muchas dificultades porque se parte de unos indicadores bastante negativos. Los pueblos indígenas se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad. La incidencia de pobreza total en la población indígena representa casi el doble de la registrada para la población no indígena y en lo que respecta a la población de los pueblos indígenas amazónicos, un 38.48% se encuentran en situación de pobreza y un 20.88% en extrema pobreza.
A nivel de instituciones de formación docente, se cuenta con un currículo intercultural para la formación de docentes bilingües en la especialidad de educación inicial y primaria, y está pendiente en el nivel secundario. Pero todavía hay carencia de una política integral que tome en cuenta los derechos de los pueblos indígenas y esto debería ser una prioridad en el país. De allí que se demanda tener diversas formas y maneras de educar y desarrollar los procesos educativos como diversos pueblos con su lengua y cultura propia.
La Ressop ha trabajado y trabaja para que no quede en letra muerta esta declaración de las Naciones Unidas ya que entiende la educación como un derecho fundamental de los niños nativos y quiere ofrecer a estos una educación integral, intercultural y bilingüe en las escuelas de la selva, dotándolas de infraestructura, materiales, un profesorado formado, con elaboración propuestas pedagógicas adaptadas al entorno, etc.
P: No nos olvidamos de aspectos más individuales, especialmente todo lo referido al crecimiento en la dignidad de las personas. A tu criterio, ¿qué elementos aporta la educación para revalorizar la dignidad individual de los pueblos indígenas, especialmente de sus poblaciones más vulnerables?
R: En el marco de la definición de “dignidad individual” dada por la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos indígenas, la educación aporta elementos para desarrollar conciencia ciudadana en toda la comunidad política y en los actores sociales, pertenezcan o no a un pueblo originario. La conciencia ciudadana parte de la premisa que ante el Estado y la Constitución todos los peruanos son iguales, independientemente de su etnia, lengua, religión, ideología política, diversidad cultural, sexual, etc
La condición de igualdad se construye desde la escuela, desde los espacios de participación y decisión de aquellos asuntos que les afectan individual y colectivamente. En tal sentido, a través de la educación es posible garantizar el conocimiento y desarrollo de competencias para el ejercicio ciudadano que permita el reconocimiento, valoración, inclusión, participación y desarrollo individual y colectivo de niños y adolescentes pertenecientes a pueblos indígenas.
P: Desde tu experiencia no solo como educador sino también como voluntario en la Amazonía peruana, qué pueden aportar los laicos voluntarios españoles en la educación indígena.
R: Ante esta cuestión me viene a la cabeza aquello que encontramos en el libro del Éxodo: “Descálzate que el lugar que pisas es tierra sagrada” (Ex 3, 5). Primeramente, hay que ir con mucha humildad y abierto más a aprender que a enseñar. Y en segundo lugar habría que empaparse de todas las aportaciones de la Asamblea del Sínodo para la Amazonía.
Podemos aprender de la sabiduría de los pueblos indígenas por el respeto que ellos tienen a la creación, prohibiendo su abuso y circunscribirlo en una educación por la ecología integral.
El voluntario/a debe ser agente de una Iglesia con “rostro amazónico” y “rostro indígena” para poder poner su granito de arena en animar, fortalecer y articular los esfuerzos y proyectos eclesiales que benefician la región amazónica y en los cuales los pueblos indígenas sean la opción preferencial.
También se podría formar a voluntarios para dar un servicio de voluntariado de educadores interculturales.
P: Muchas gracias, David, por tu tiempo para atender esta entrevista. Para concluir te pediríamos tu mensaje especialmente destinado a los profesores y profesoras que trabajan en la Ressop y en las comunidades amazónicas de nuestro Vicariato Misionero.
R: A todas las queridas profesoras y profesores de la Ressop darles muchos ánimos en esta tarea tan apasionante que es el compartir las ganas de aprender y saber con los verdaderos protagonistas que son los niños. El coronavirus nos ha traído muchas limitaciones, pero también muchas oportunidades de mejorar, de cambiar la educación. Aprendan muchos de sus alumnos y juntos descubran el mundo tanto fantástico como real, un mundo de sueños, de oportunidades, de libertad y del saber… el mundo imprescindible de la Cultura, Cultura para reír, para vivir, para crecer, para formarnos, para ser mejores como individuos, como sociedad y como mundo.
DAVID GAVALDÁ
Nació en el año 1969 en la ciudad de Barcelona, séptimo de nueve hermanos. Estudió magisterio en la especialidad de educación especial, y posteriormente las licenciaturas de psicopedagogía y de Ciencias Religiosas. Ha trabajado en la educación tanto pública como privada. En un primer periodo más volcado a la educación especial y la psicopedagogía y últimamente en el sector público como maestro de primaria y formación religiosa. Su experiencia religiosa nace como voluntario en el Cottolengo del Padre Alegre de Barcelona. Después la relación con Dios se afianzó con su compromiso como laico cisterciense y posteriormente con el descubrimiento de los dominicos en el Perú. Conoció el Vicariato Apostólico de Pto. Maldonadotras haber quedado impresionado por el compromiso de los dominicos hacia los más necesitados y por la manera de entender y hacer realidad la Misión de la Iglesia, a través del documental que Pueblo de Dios hizo en el año 2009 bajo el título “La herida abierta de la Amazonía”.
Entrevista publicada en el Nº 3 de la Revista Selvas Amazónicas "Educación: El camino hacia la dignidad". Puedes informarte y colaborar con nuestras misiones suscribiéndote en este enlace.