Fr. Francisco Faragó: Una vida entregada a la Orden de Predicadores, una vida entregada a la misión
Cuando se cumplen dos años del fallecimiento de nuestro anterior director, agradecidos por su vida y el legado que nos dejó compartimos su semblanza
Paco, gracias por tu trabajo en favor de los más vulnerables, por tu creatividad para sensibilizar y dar a conocer la labor de los misioneros a más gente. Desde el cielo, intercede por las misiones que tanto amaste y tanto tiempo, alegrías y preocupaciones dedicaste. Gracias por tu confianza en Dios, tu seguimiento de Jesús, tu compromiso, oración y predicación del evangelio.
En su funeral se leyó la siguiente semblanza, que publicamos en la Revista Selvas Amazónicas Nº3, la Revista que con tanta ilusión impulsó. Damos gracias a Dios por tu vida, hecha servicio y entrega. Gracias Paco, por dejar que la vida de Cristo, se haga vida en ti.
UNA VIDA ENTREGADA A LA ORDEN DE PREDICADORES Y A LA MISIÓN
Fr. Francisco Luis de Faragó Palou nació en Madrid el 30 de noviembre de 1943, creció y se educó en una familia sinceramente cristiana formada por sus padres y dos hijos (Francisco y María del Carmen). Realizó en Madrid sus primeros estudios y su educación universitaria que le condujo a la titulación como Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos.
Participó muy activamente en la vida parroquial de Ntra. Sra. de Atocha como catequista y ahí maduró su vocación religiosa dominicana. Se incorpora al noviciado en el Convento de Santo Domingo de Caleruega en 1967 y hace su primera profesión un año después. Prosigue su formación filosófica en el Instituto Superior de Filosofía de Las Caldas de Besaya hasta 1971, y su formación teológica en la Facultad de San Esteban de Salamanca hasta 1975.
Ordenado sacerdote en 1975 es destinado al Convento de San Gregorio de Valladolid en cuyo Instituto Superior de Filosofía fue profesor de estadística, publicando un manual de esa materia muy valorado por sus alumnos. Estuvo encargado de la administración de la revista Estudios Filosóficos, que adquirió con él un nuevo formato que se mantiene hasta ahora. Colaboró también en la IX Jefatura Regional de Carreteras, lo que le permitió influir en la mejora de las instalaciones del santuario salmantino y dominicano de la Peña de Francia.
Dotado de inquietudes misioneras, se traslada en 1979 al convento de San Pablo Apóstol de Rabinal, en Guatemala, dedicándose al ministerio parroquial.
En 1980 es llamado a la Escuela de Agricultura en Rivas, Nicaragua, de la que se desempeña como director. En 1981 regresa a España, siendo destinado al Convento de Santo Domingo en Oviedo, donde ejerce como profesor y tutor, con fama de competente y exigente, y como secretario del Colegio. En 1985 se traslada al Convento de Santo Domingo de La Coruña, donde es profesor y director técnico del Colegio.
En 1988 es elegido Prior del Convento de Jesús Obrero de La Felguera, en la cuenca minera asturiana del Nalón. Sigue implicado en la educación y la docencia directas y también fue miembro de la Junta Directiva de Educación y Gestión.
En 1990 se incorpora a la Curia Provincial en el Convento de Santo Domingo el Real de Madrid como administrador provincial. Dedicará a esta delicada tarea 9 años, en los que reformó todo el sistema financiero y contable de la Provincia, sus comunidades e instituciones. Llamó la atención en Roma por su gestión eficaz y trasparente y fue miembro del Consejo Económico Extraordinario y Ordinario de la Orden, sin abandonar su tarea en España donde también fue miembro de la Comisión Provincial de Pastoral y responsable del departamento provincial de Internet.
Se mostró muy sensible al valor y al futuro de Internet como medio de comunicación, de formación y de pastoral, impulsándolo como responsable provincial de esta área desde 1998 a 2009; y posteriormente, ya como director de Selvas Amazónicas, implementó sistemas de internet satelital en todos los puestos de Misión y Parroquias de los Misioneros Dominicos en la Amazonía Peruana.
Desde septiembre de 2019 hasta su fallecimiento se ocupó del Secretariado de Misiones “Misioneros Dominicos – Selvas Amazónicas”. Han sido años de entera dedicación al apoyo eficaz de las iniciativas evangelizadoras de los frailes de la Provincia que trabajan en la Selva Amazónica del Perú, así como en diversas presencias de República Dominicana, Cuba, Paraguay, Uruguay y Guinea Ecuatorial.
Vivía para ellos y para los núcleos empobrecidos de estos países. Se preocupó no solo por cubrir las necesidades materiales, sino también por la promoción de la dignidad humana.
Damos gracias a Dios por tu vida, Paco, por tu amor por las misiones y por todos los proyectos que llevaste a cabo con gran esfuerzo y entusiasmo. Continuamos tu legado en defensa de la dignidad de las personas que más nos necesitan: las empobrecidas, las más vulnerables. ¡Gracias por todo lo que nos has enseñado!