Gracias por hacerlo presente entre los más pobres ¡Feliz Navidad!
Tu colaboración con Misioneros Dominicos - Selvas Amazónicas contribuye a crear un espacio de acogida al Niño Dios que viene a nosotros
Querido colaborador de Misioneros Dominicos-Selvas Amazónicas:
En primer lugar, queremos darte las gracias porque nos has abierto las puertas de tu casa y de tu corazón para recibir nuestro deseo de una Feliz Navidad para ti y los tuyos y has hecho un hueco a los más vulnerables a través de tu colaboración con nuestras misiones.
El calendario que te enviamos no es solo un instrumento para contar los días, sino también una invitación a ser permanentes constructores de la paz. Así nos haremos dignos de esa felicitación de Jesús: “Felices los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mt. 5,9).
En Misioneros Dominicos Selvas Amazónicas constantemente recordamos y agradecemos tu colaboración, que contribuye a la felicidad y la paz de aquellos más vulnerables a los que evangelizan y promueven los misioneros con tu ayuda. No tienes más que ver la sonrisa de felicidad que nos dedica Arisleidi en la tarjeta y en el calendario, mientras sostiene en brazos a su hija Aísha. Y si recorres las imágenes de cada mes en el calendario, verás otras manifestaciones de felicidad y paz en la celebración comunitaria de la fe, en el estudio, en la expresión musical, en el juego infantil, en la contemplación de la naturaleza. Son todas imágenes del día a día en las misiones que reciben tu ayuda. Qué mejor calendario que el que nos recuerda que el Dios que nace nos invita a amar a todos, en especial a los más pequeños.
Te habrán sorprendido los nombres de la madre y la hija, que seguramente no habías oído antes. Hemos querido incluirlos para acercarnos un poco más a la identidad de las personas, de lo que son y de lo que quieren ser. Mira, si no, la imagen del mes de junio y verás cómo expresa esa mujer su aspiración a tener su propia identidad. Tu ayuda puede ser anónima, y muchos colaboradores así lo quieren, pero los beneficiarios de tu ayuda no son anónimos, tienen nombre y rostro, y buscan construir su propia identidad y futuro. Tu aporte y el trabajo de los misioneros está colaborando a humanizar, al mismo tiempo que a evangelizar, a crear futuro para los más pobres, los preferidos de Dios, los que buscan posada, felicidad y paz en este mundo.
Dios se humaniza, se hace humano en Jesús, cuyo nacimiento celebramos en Navidad. Abramos nuestra posada para recibir al Niño-Dios, porque, como seres humanos, “nada humano nos es ajeno”.
Fr. Carlos Díez Rojo y Mª Belén Sánchez Gil