La misión de Timpía cumple 71 años (Perú)
Ayer la comunidad celebró el aniversario con una misa, comida y juegos. Os compartirmos los inicios de la misión Timpía, escritos por el Padre Santiago Echeverría, OP
La historia de la Misión de Timpía implica un relato entrañable y familiar protagonizado por diversas familias matsigenkas y los misioneros dominicos. Cuando el padre Francisco Álvarez ya había fundado Sepahua (1948) no era extraño que hiciera viajes hacia la zona de Timpía, próxima al Alto Urubamba, y propone crear una nueva misión donde comienza el Bajo Urubamba y no en la parte alta.
Su insistencia tuvo frutos y en junio de 1953 los misioneros dominicos asumen el reto, eligiendo al padre Miguel Matamala como el encargado de fundar la nueva misión, lo cual se hace realidad el 29 de setiembre de 1953. Ya desde esta época monseñor Javier Ariz inicia los trámites para que la comunidad de Timpía se reconocida oficialmente por el Ministerio de Agricultura, aunque ello no se hará realidad hasta 1974.
El gran impulsador de esta misión en sus primeros años será el padre Daniel López: hombre joven, trabajador, infatigable y cargado de ilusiones. A partir de 1958 pone manos a la obra y construye la primera escuela de Timpía. Además, realiza numerosos viajes, especialmente a la zona del río Picha, impulsando allí la creación de otra misión.
En los años sesenta nuevos misioneros pasan por la misión, aunque en 1964 es prácticamente destruida por un incendio y está a punto de ser abandonada.
La comunidad de Timpía prospera lentamente y en 1972 ya estaba conformada por 382 pobladores, cuando solo cuatro años atrás poseía únicamente 122. Crecimiento demográfico que reflejaba la confianza de los matsigenkas en la misión y aseguraba su futuro. Son años importantes en que florecen las expediciones desde Timpía hacia lugares difíciles: primero, a finales de los sesenta, cuando el padre Silverio y fray Regino realizan viajes al río Cashiariari y después en los setenta con expediciones al Ticumpinía y Alto Ticumpinía, en busca de contacto con los kugakapori, expediciones históricas que serían retomadas 25 años después.
