Laicado, caminando juntos
Publicamos el editorial del Nº 8 de la Revista Selvas Amazónicas, el número que reflexiona sobre la labor de los laicos en misión
En el imaginario religioso de muchos de nuestros contemporáneos, creyentes y no creyentes, perdura todavía hoy un modelo de iglesia piramidal que coloca a los clérigos en los niveles más altos, visibles y vistosos, y relega a los laicos a los más secundarios. ¿Es la pervivencia de aquella organización medieval de la casa de Dios que, aun siendo una, estaba dividida en tres, de modo que unos rezaban, otros combatían y otros trabajaban?
La convocatoria al compromiso de los laicos fue uno de los giros del Concilio Vaticano II que comprendió prioritariamente a la Iglesia como Pueblo de Dios del que somos miembros activos todos los bautizados (LG, cap. IV) y al laicado como protagonista responsable de todo apostolado (Decreto sobre el apostolado de los seglares).
Las Exhortaciones Apostólicas Evangelii Nuntiandi de Pablo VI, y Christifideles Laici de Juan Juan Pablo II, abundaron posteriormente en las mismas ideas. Más recientemente, el Papa Francisco insiste en que “en virtud del Bautismo recibido, cada miembro del Pueblo de Dios se ha convertido en discípulo misionero” (Evangelii Gaudium, 120).
En este número de la Revista Selvas Amazónicas, el lector se va a encontrar con reflexiones y testimonios de laicos que han ejercido el voluntariado en distintas misiones dominicanas. Son experiencias de descubrimiento, de don, de servicio, en las que han podido comprobar que “quien evangeliza es evangelizado, quien transmite la alegría de la fe recibe más alegría” (Francisco, XXVIII Jornada Mundial de la Juventud).
Les agradecemos sus palabras y deseamos que ellas estimulen nuestro entusiasmo misionero.
Fr. Fernando Vela, OP, delegado provincial