Mons. David Martínez, OP, obispo de Puerto Maldonado, se une a la petición de una ley de debida diligencia.
La Declaración de Obispos “Ahora más que nunca, necesitamos la debida diligencia obligatoria en la cadena de suministro para poner fin a los abusos de las empresas y garantizar la solidaridad mundial” ha sido firmada por más de cien obispos de todo el mundo.
Con esta Declaración, más de 110 obispos llaman a la solidaridad entre todos los miembros de nuestra familia humana y afirman que sin una legislación adecuada no se impedirá a las empresas transnacionales llevar a cabo la evasión fiscal, abusar de los derechos humanos, infringir las leyes laborales y destruir ecosistemas enteros". Los obispos argumentan que ante el voluntarismo fallido, la legislación obligatoria para regular las corporaciones transnacionales es la única opción legislativa para proteger a las comunidades y celebrar la interconexión de nuestra naturaleza humana.
Esta campaña está impulsada por CIDSE (Red Global de ONG Católicas) y ha sido secundada por Redes Ongd, para apoyar desde la Iglesia la iniciativa anunciada por el Comisario Europeo de Justicia.
Los Obispos en su Declaración afirman que “a través de sus operaciones, compañías irresponsables son cómplices de actos de violencia y de sufrimiento. Nosotros, líderes católicos de todo el mundo, instamos a los Estados a poner fin a esta situación”. Explican también que“como obispos, sentimos que tenemos la obligación moral y espiritual de alzar la voz sobre la urgente necesidad de replantear las prioridades durante y después de la crisis”.
Desde el Vicariato de Puerto Maldonado, Mons. David Martínez de Aguirre, OP, se une a la petición de una ley de diligencia debida, a unos días de haber sido elegido vicepresidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía.
En el comunicado que firman exponen que “desde el brote del Covid-19, la humanidad se enfrenta a una crisis mundial sin precedentes. Además de representar una amenaza a la salud pública, los trastornos económicos y sociales provocados ponen en peligro los medios de subsistencia a largo plazo y el bienestar de millones de personas. Millones de trabajadores y en especial las trabajadoras, que se encuentran en el nivel más bajo de la cadena de suministro son particularmente vulnerables a las peores consecuencias de la crisis”.
En la Declaración instan a todos los Estados a mantener sus promesas y obligaciones de acuerdo con el Derecho Internacional, acogen de manera positiva el anuncio por parte del Comisionado de Justicia a favor de introducir una legislación obligatoria y sólida para la protección de los Derechos Humanos y la Justicia Ecológica que incluya la debida dilgencia; así como la necesidad de facilitar el acceso a la justicia a las víctimas de estos abusos por parte de las empresas.
Para finalizar, los obispos indican: “Se debe tomar la crisis del coronavirus como una oportunidad para iniciar una transición justa, así como para introducir un nuevo sistema económico que esté primero al servicio de las personas y del planeta”.
Lee la Declaración de Obispos completa aquí.
La Declaración de Obispos se puede descargar en varios idiomas: Inglés, alemán, francés, italiano y portugués.