Paro Minero Indefinido
Pronunciamiento del obispo dominico Mons. Francisco GONZALEZ HERNANDEZ O.P.sobre la situación actual que viven los mineros del Madre de Dios
PRONUNCIAMIENTO
EN VISTA DEL PARO MINERO INDEFINIDO anunciado para desde el 30 de setiembre del presente año, la Iglesia católica por la voz de su Obispo y responsables de sus organismos relacionados con la labor social, quieren hacer conocer su voz para que reine la paz con justicia en esta nuestra región de Madre de Dios.
EN NOMBRE DE NUESTRA RELIGIÓN REAFIRMAMOS CLARAMENTE QUE:
- Es imposible pensar suprimir la extracción minera aurífera de nuestra región.
- Es imposible seguir extrayendo este mineral de la forma actual.
- No se debe destruir las maquinarias de los mineros sino decomisarlas, si es que la ley lo exige.
- El paro minero anunciado debe realizarse con dignidad y paz, exigiendo justicia sin espíritu de venganza, respetando los derechos humanos de todos, tanto por parte de los manifestantes como por parte de las Fuerzas del orden.
RETOMANDO ESTOS PUNTOS:
1. Los minerales son parte de la creación de Dios para el aprovechamiento humano. La actividad minera genera empleos indispensables actualmente. Abandonar la pequeña minería para dar concesiones solamente a grandes empresas, generalmente extranjeras, sería un grave error social que iría en contra de la “Inclusión social”, prioridad del Gobierno actual.
2. Por la moral, la ética y el simple sentido común se debe conservar el medio ambiente. Los mineros del oro, salvo en muy pequeños casos, no han hecho hasta ahora ningún esfuerzo libre y voluntario para mitigar los efectos de esta actividad, desde más de quince años que se les viene invitando a hacerlo.
Sin esperar leyes de formalización ellos pueden ya desde ahora:
3. Como escribe el Padre Pable Zabala, párroco de Colorado, en carta abierta al Presidente de la República: “Con bombas no gana el Perú, mejor es incautar para evitar pérdidas y disgustos y este espectáculo tan poco ecológico y contaminante”.
Estos procedimientos violentos despiertan odio y deseos de venganza en los afectados que, en algunos casos, ya estaban en camino de la legalidad.
Simplificando los procedimientos de formalización, el Gobierno debe ayudar a la minería y no combatirla, asumiendo los errores y dejadez del pasado que han llevado a la situación actual.
4. Muchos pobladores no están de acuerdo en que, una vez más, durante las manifestaciones de protesta, se les impide ganar el pan de cada día a causa de medidas violentas, de donde sea que vengan. Lamentamos que, hasta ahora, el diálogo no ha producido los resultados esperados.
- Empadronar y proteger la vida y la salud de sus trabajadores.
- Mejorar las condiciones de vida de los campamentos.
- Recuperar los aceites quemados, los motores y enseres usados, los desechos sólidos y, sobre todo, el mercurio aunque sea por medio de retortas.
- Quedarse en el “corredor minero”, no invadir lugares donde se desarrolla otra actividad incompatible, respetar los lugares muy sensibles (aguajales, espejos de agua etc.) aunque se presume que son ricos en mineral.
Estamos seguros que si los mineros empiezan a aplicar las medidas mencionadas arriba, ayudados por el Gobierno con leyes aplicables, la formalización será rápidamente realizada.
Así todos ganaremos y creemos que se respetará la voluntad de Dios.
Mons. Francisco GONZALEZ HERNANDEZ O.P.
Obispo.
P. Xavier M. ARBEX DE MORSIER
Párroco.