Presentación en Madrid del poemario “No me escondas tu rostro | Salmos desde Malabo"
La experiencia de una de nuestras voluntarias en África se transforma en poesía y espiritualidad.

El jueves 12 de junio, en el espacio O_Lumen, espacio que los dominicos hemos consagrado al arte y la palabra, se realizó la presentación del libro“No me escondas tu rostro, salmos desde Malabo”,de Sagrario Rollán. La experiencia de la autora, cuando fue voluntaria en la capital de Guinea Ecuatorial, Malabo, es la fuente de la que brotan estos poemas, que expresan con gran belleza la búsqueda de Dios en las luchas y trabajos cotidianos de los habitantes de esta nación africana.
Participaron en la presentación, fray Carlos Diez, OP, director de Selvas Amazónicas, institución que organiza los programas de voluntariado; fray Vicente Niño, OP, miembro del equipo coordinador de O Lumen; David Ibañez, quien también ha realizado trabajo voluntario en las misiones dominicanas y la propia autora.
“Sagrario quiere pasar la vida escribiendo poesía, haciendo poesía, mientras busca que el gran Poeta venga a recogerla” (David Ibañez)
David insistió en que la esperanza es el tema central que atraviesa todos los poemas, y esta se expresa en la maternidad como principio generador, la infancia con su potencial creativo y la contemplación de lo cotidiano como ejercicio poético. Para él,“África es una figura materna, un símbolo de resiliencia… preñada de alegrías y trabajos”, el enorme potencial vital de este continente coexiste con el esfuerzo y la dificultad. Se trata de una maternidad concreta y visible en las mujeres que “amamantan la pobreza y rompen con premura las mazorcas”, mujeres que con su tenacidad “sostienen la vida en las condiciones más difíciles”.
Cuando Sagrario tomó la palabra, no solo leyó algunos de los poemas, sino que acompañó esta lectura con la explicación del contexto en que cada uno de ellos fue surgiendo. Insistiendo en que, mientras estaba en Malabo, la oración de laudes por la mañana, era un momento privilegiado, un espacio poético y oracional, para gustar y gozar la contemplación del rostro de Dios. También nos contó que la espiritualidad carmelitana y dominicana fueron esenciales para afinar la mirada, disponer el corazón y traducir en palabras la experiencia de Dios que solo se tiene cuando uno acompaña a los pobres, no con la actitud colonizadora de quien se siente salvador, sino con la humildad y la sencillez de los auténticos servidores.
Al final, fray Vicente compartió los poemas que más tocaron su corazón y agradeció a la autora y los presentes por hacer posible este encuentro en el que poesía y espiritualidad se funden con el compromiso y la misión.