Primera Profesión de fray Stifer Melgarejo en Asunción Paraguay, Parroquia de la Santa Cruz (Crucecita)
Día de fiesta, alegría, gratitud y esperanza
Crónica de fray Edgar Rubén Olmedo Acosta, O.P.
Alegría, cercanía y ambiente familiar se vivía antes, durante y después de la primera profesión del dominico fray Stifer Melgarejo Paredes. Toda la comunidad de los Santo Domingo Ra´ykuéra se hizo presente para acompañar el emotivo acontecimiento y además estuvieron presentes fray Cristino Vera y fray Ignacio Castro, en representación de la comunidad de Montevideo, Uruguay.
El día domingo 1 de septiembre, en la misa central, en la Parroquia de la Santa Cruz (Crucecita) tuvo lugar la primera profesión religiosa de fray Stifer Melgarejo, acompañado por sus familiares; amigos y allegados de la misma parroquia. En esta misma parroquia fray Stifer, antes de la experiencia del noviciado en Sevilla (España), ofrecía su servicio pastoral. Él mismo agradecía con sus emotivas palabras a toda la gente de la Crucecita. Fr. Stifer había estado acompañando unos años la catequesis de niños con un grupo de catequistas. Así también, agradeció a la comunidad del noviciado, a los frailes y a su maestro, sub maestro y a sus compañeros y a las personas con quien compartió la pastoral durante el periodo del noviciado Sevilla.
La celebración fue sencilla y significativamente muy familiar, presidido por el vicario Provincial, fray Leoncio Vallejo Benítez, O.P.
Dentro de la homilía, rescatemos fundamentalmente la parte, donde fray Leoncio dirigiéndose a fray Stifer personalmente elogiaba su proceso vocacional y lo animaba a continuar profundizando el vínculo de la misericordia desde la fraternidad, “Lo esencial es invisible a los ojos”decía fray Leoncio como nos recuerda Saint-Exupéry en su libro El Principito , y agregaba unas líneas más del mismo librito vinculando con el Evangelio: hay ritos que expresan nuestro amor; exteriorizan nuestro afecto y cariño hacia el otro.Ritos que hacen que, un momento, sea un momento especial, único, importante. Como el rito de una profesión religiosa, primera o solemne o de una boda. Resonaban palabras como“ayuda” “camino” “compañía” “presencia”, esta ayuda corresponsable y en reciprocidad se visibiliza cuando se vive en comunidad, cuando se vive en fraternidad desde el corazón: abrazar la vida… abrazar la vocación… Nos dirá San Agustín: “Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en Ti”.
Luego de la celebración, hemos tenido la posibilidad de compartir un refrigerio con familiares de fray Stifer, hermanas y laicos, algunos parroquiano/as y frailes franciscanos y carmelita.
Ha sido un regalo precioso en clima de fiesta con nuestro hermano Stifer, quien ha pedido la misericordia de Dios y la de la comunidad: Es un desafío para nosotros seguir acompañándonos como hermanos en el amor gratuito de Dios…
Dios y la Virgen de Caacupé sostengan los proyectos, anhelos y esperanzas de fray Stifer y que nosotros sepamos estar en su vida con misericordia y fraternidad.