Redes eclesiales de ecología integral: “Reconocemos y creemos que el territorio es un lugar teológico”
El misionero dominico Fr. Miguel Ángel Gullón, OP participó en el encuentro de Redes eclesiales de ecología integral en la sede del Celam
Entre 24 al 26 de abril de 2023, las RETEI (Redes eclesiales de ecología integral) de América Latina y el Caribe, reunidas en la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), junto con representantes de la pastoral afroamericana, pastoral de pueblos originarios y pueblos garífunas, han suscrito una declaración conjunta con miras a dar forma a un proceso de articulación “aún mayor”.
Al respecto, han asegurado que “reconocemos y creemos que el territorio es un lugar teológico. Unidad, diversidad y relaciones amorosas y cuidadosas, reflejan la imagen trinitaria. El Sínodo de la Amazonía declara que la destrucción de la Casa Común es pecado ecológico. El Papa Francisco reclama un desborde de la Iglesia para asumir con claridad el clamor de la tierra y el grito de los pobres como “no un camino más, sino el único camino posible (DF 67)”.
Aprovecharon para reiterar su compromiso con la escucha activa, desde la voz del Espíritu, “en estos días vivimos una dinámica de sinodalidad”, porque “pudimos escucharnos con profundidad y respeto. Este encuentro también fue sentipensante, porque nos involucramos desde nuestro interior, con nuestros cuerpos y sentimientos, en medio de una realidad que nos grita y clama por justicia, en la cual nos reconocemos en los diversos pueblos originarios, afros, garífunas, y campesinos a lo largo y ancho del continente”.
“Asumimos el desafío y compromiso de seguir conociéndonos más, buscando la cercanía en la mirada y práctica pastoral. Así como lo hacemos al interno de cada uno de nuestros espacios, queremos abrirnos y enredarnos más entre todos los que compartimos esta opción pastoral por la Ecología Integral”, apuntaron.
Por ahora, como Iglesia “tenemos que optar y vivir en coherencia, en todas nuestras prácticas y opciones; para que este compromiso no sea sólo declarativo, sino que nos lleve a una vida abundante”.
Amenazas sobre los territorios
Entre las redes que han suscrito esta declaración se encuentran: la Red Eclesial Panamazónica (Repam), Red Eclesial Ecológica Mesoamericana (Remam), Red Eclesial del Gran Chaco y Acuífero Guaraní (Regchag), la Comisión de Pueblos Originarios, Secretaría de Pastoral Afroamericana y del Caribe – Sepac, Pastoral Garífuna – Pagaiceyna.
También están la Comisión de Ecología Integral de Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos (CLAR), Secretariado de Cáritas América Latina y el Caribe – Selacc, y particularmente la experiencia de Cáritas El Salvador, la misión dominicana en El Seibo – República Dominicana, y los cuatro centros pastorales del Celam.
Han advertido sobre las amenazas que persisten sobre todos los territorios: el extractivismo, la minería, la explotación de hidrocarburos, la deforestación, las hidroeléctricas y el monocultivo de palma, caña de azúcar, teca, arroz, palma aceitera y banano, entre otros.
“Esto deja resultados abominables, como son la desertificación, la interrupción de los cauces naturales de los ríos y su contaminación, la explotación de las personas, la agresión contra los pueblos originarios, campesinos, afrodescendientes, garífunas, colonos, los migrantes y empobrecidos de las ciudades”, han dicho.
Asimismo están alarmados por el creciente número de asesinatos de defensores del territorio, líderes indígenas y comunitarios como de la trata de personas, especialmente de mujeres y niños, por las manos del crimen organizado, especialmente el narcotráfico.
Flagelos que suelen estar invisibilizados de tal forma las víctimas quedan en total vulnerabilidad, por ende, “la ilegalidad, la cultura de la indiferencia y la corrupción silencian a los actores involucrados”.
Signos de esperanza
Los representantes de las RETEI y pastorales han puesto especial atención “al tema del agua, derecho humano, derechos colectivos al que todos debemos tener acceso”, puesto que “constatamos que está siendo mercantilizada y envenenada; dañando la salud, no permitiendo que se regeneren los ecosistemas. Así se transforma en un motivo de conflicto entre pueblos vecinos, regiones y naciones”.
Por tanto, “reconocemos que el agua es nuestra fuente de vida, y que nos conecta a todos, somos un continente de agua”, al tiempo que se preguntan: “¿Cuáles son los temas y opciones que tenemos en común? ¿Qué nos une? ¿Cuáles son los desafíos que podemos enfrentar juntos?”.
“Rápidamente nos sentimos identificados, en consonancia y comunión. Así fue que la esperanza se hizo presente con fuerza en nuestro encuentro. Los principales signos de esperanza que reconocemos son: las redes y experiencias insertas y comprometidas, la voz y magisterio del Papa Francisco en la Encíclica Laudato Sí’”, apuntuaron.
Entre esos signos de esperanza han mencionado la Asamblea Eclesial de Latinoamérica y el Caribe, la enseñanza de tantos profetas locales, el Sínodo de la Amazonía, el profetismo y la sangre derramada de tantos mártires, amigos y hermanos nuestros. Las esperanzas son más grandes que los dolores.
Eje transversal de las acciones
Romina Gallegos, referente del Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral del Celam y una de las organizadoras del encuentro, ha comentado que “la ecología integral se ha convertido en el eje transversal de la acción del Celam”, que comenzó con la publicación de la carta pastoral “Discípulos misioneros, custodios de la Casa Común, Discernimiento a la luz de la Encíclica Laudato Si'».
Luego con la celebración de la Asamblea Eclesial (2021) se ha asumido con mayor fuerza con el proceso de la Comisión de Ecología integral del Celam, con el avance en la socialización de cartillas de ecología integral y con el foro Voz profética de la Iglesia en conflictos sociambientales.
“Con esas intuiciones hemos logrado dar pasos agigantados respecto a este espacio compartido, que tiene la intención de estar abiertos para articular con las diferentes experiencias de América Latina y el Caribe que están trabajando en esa perspectiva”, explicó Gallegos.
Toda vez que “también reconocemos que el sistema que mata afecta a todos los biomas del continente y que el deseo es sumar donde sea posible en los diferentes ritmos y procesos de cada red e identificando puntos en común”.
“Creemos que el objetivo del encuentro se ha conseguido y confiamos que en este tiempo todos los miembros, que se han congregado podrán dar continuidad de un proceso aún mayor”, agregó.
Lee el comunicado completo en la noticia publicada en ADN Celam