Sínodo para la Amazonía: Nuevos Caminos para la Iglesia y para una Ecología Integral.
Comienza el Sínodo para la Amazonía que se está celebrando en Roma del 6 al 27 de octubre.
Este sínodo es, ante todo, un proceso pastoral, cultural, social y ecológico, por ese orden. La dimensión pastoral es la esencial, pues nos acercamos a la realidad de la Amazonía con corazón de cristianos y con ojos de discípulos de Cristo. El Papá Francisco recordó a los padres sinodales que «venimos a contemplar, a comprender, a servir a los pueblos; y lo hacemos recorriendo un camino sinodal, lo hacemos en sínodo. Sínodo es caminar juntos bajo la inspiración y la guía del Espíritu Santo».
El Santo Padre nos llama a «acercarnos a los pueblos amazónicos de puntillas, respetando sus historias, sus culturas, su sabiduría propia», evitando «colonizaciones ideológicas que destruyen o reducen la idiosincrasia de los pueblos».
La Iglesia, durante este Sínodo, se compromete a ser aliada de los pueblos amazónicos para denunciar los atentados contra la vida de las comunidades indígenas, los proyectos que afectan al medio ambiente, la falta de demarcación de sus territorios, así como el modelo económico de desarrollo depredador y ecocida. Ya que, para la Iglesia, la defensa de la vida, la comunidad, la tierra y los derechos de los pueblos indígenas es un principio evangélico, en defensa de la dignidad humana. El Papa Francisco pidió a los representantes de los pueblos indígenas que
Paolo Ruffini, Prefecto del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano, apuntó que «escuchar significa acoger, decirle al otro: tú eres importante para mí». Ruffini añadió que «la destrucción de la naturaleza contradice la fe cristiana y es por ello que todos los países están llamados a asumir sus propias responsabilidades».
Monseñor David Martínez, OP, Secretario Especial para el Sínodo explicó que «por eso estamos aquí en el sínodo todos: obispos, misioneros, religiosos y pueblos indígenas, para participar en este proceso, en el corazón de la Iglesia para, desde aquí, proponernos al mundo entero. Esta es la experiencia bella de lo que estamos viviendo y lo emocionante de este sínodo».
Para Monseñor David Martínez es muy importante cómo el Papa ha sido capaz de traer la Amazonia al corazón de la Iglesia y ponerla a la atención de todo el planeta.
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