Tiempo de Fe y Crecimiento en la Misión San Martín de Porres
Con la llegada del verano, la Misión San Martín de Porres de Martí abrió sus puertas para dar la bienvenida a 80 niños que, con gran ilusión, se han matriculado para participar en el plan vacacional.
Este año lanzamos la propuesta de acogerlos durante un mes, de 8:30 am hasta la 1:30 pm. Pudiendo disfrutar cada niño de las diferentes actividades que hemos preparado en un entorno de aprendizaje con los talleres de manualidades, formación en valores, baile, deporte, computación y música estas dos últimas con nuevas cositas como curso básico de Word y guitarra para los más grandes.
Los más pequeñines no se podían quedar atrás ya que han recibido talleres como cuentos y aprendiendo con los números y las letras; ademas de recibir una pincelada de alguno de los talleres antes mencionado.
Días súper intensos, de mucho trabajo que con las temperaturas de Cuba es normal agotarse, afrontando una epidemia en la que todos hemos sidos tocados; pero nada de eso hizo que dejáramos cada día de sonreír, de trabajar con amor y entregarnos a este proyecto que da vida al pueblo de Martí.
Como cada verano recibimos nuevas matrículas, su primera vez y adaptarlos no ha sido tarea fácil pero tampoco difícil. Al sonar de la campana cada mañana nos dirigimos al área de formación donde tenemos la oración de la mañana dirigida por la hermana Bedzaida Rodríguez, csd.
Después nos dirigimos a las actividades que cada grupo tiene asignada hasta completar un esquema de 4 horas de taller. Al finalizar la jornada agradecemos a Dios por la oportunidad de estar aquí y vivir esta experiencia, almorzar e irnos a casa.
A estos días también se le sumaron algunas de las actividades que se realizan en el pueblo con motivo del verano. Hemos tenido salidas al Museo, Librería, Cancha Deportiva y Casa de Cultural Municipal. Participando del espectáculo de la ¨Colmenita¨ una de las compañía de teatro infantil más nombradas en el país, esta vez la perteneciente a Arroyo Naranjo.
Como decía antes, estamos atravesando una epidemia que nos ha jugado de alguna manera con la asistencia de los niños. El número de asistencia es variable pero manteniendo más de 60 al día. Algunos estando en el plan vacacional se han tenido que ir a casa por tener síntomas con sus ojitos llorosos porque no se quieren ir. Fue una de las experiencias que nos ha tocado vivir y marcan al corazón. Sin embargo, en cuanto se sienten bien ya los tenemos de vuelta. Ellos comparten que se sienten bien y les gusta venir a la iglesia, que aquí aprenden y hacen amigos.
Una vez más agradecemos a Selvas Amazónicas el confiar en nosotros y apoyarnos. Agradecemos estos años de compartir la misión con este pueblo. Con la ayuda de ustedes se ha podido traer luz a estos niños y como siempre hacer, que lo que venga de Dios sea en grande y bueno.
Digmary Morales Gutiérrez.
