Ucrania, en el corazón de la gente
Gracias a vuestra generosidad enviamos 135.339,24€ a la Familia Dominicana de Ucrania. Compartimos información actualizada de la realidad que se está viviendo
Queremos agradecer enormemente vuestra compasión con Ucrania, gracias a vuestra generosidad, hemos mandado 135.339,24€ a la familia dominicana de allí. Para que siga predicando con su presencia, obras y palabras.
El padre Jarosław Krawiec OP nos va mandando noticias de vez en cuando y hoy queremos compartir con vosotros algunas de ellas, gracias por hacer posible su labor entre las personas más vulnerables.
La familia dominicana se ha quedado la mayoría donde vivía. “Durante la guerra nos hemos unido más” afirma.Los frailes, especialmente en Kyiv y Fastiv, continuan ayudando a los refugiados, sirviendo a las personas necesitadas y predicando la Palabra de Dios. Nuestras hermanas dominicas en Fastiv, así como en Chortkiv y Zhovkva en la región occidental de Ucrania, sirven a la gente con muchavalentía: están con ellos, los ayudan, ya sea en la frontera con Polonia, donde ayudaron en los días más difíciles, o en Fastiv, donde durante la guerra el Centro de San Martín de Porres se ha convertido en el principal centro de ayuda a las personas. Allí se reparten materiales de construcción para las casas dañadas, artículos de primera necesidad: medicinas, harina, aceite, conservas, pan…
La guerra es una cosa terrible. Sin embargo, se aprecian las dos caras de la moneda. Por un lado, es verdaderamente horrible: hay muerte, destrucción, muchos recuerdos familiares que no se pueden reconstruir bajo los escombros, soledad y mucho sufrimiento. Pero, por otro lado: hay misericordia, esperanza, ayuda mutua, amor y fraternidad… “Cuando alguien me pregunta sobre la esperanza, siempre señalo este otro lado. Durante la guerra nos unimos, demostramos con nuestras palabras y hechos que estamos juntos, somos uno. Para nosotros la libertad y vivir en paz es algo muy importante, y estamos trabajando por y para ello”.
A mediados de mayo partieron hacia Kharkiv con el P. Andrzej, quien decidió regresar a su convento, de donde partió antes de que estallara la guerra. Andrzej insistió en que quería estar con las personas a las que había servido antes. En casa encontraron a dos familias que habían perdido sus casas a causa de la guerra y vivían allí desde entonces. Les esperaba una sabrosa cena: el popular ciervo y el borscht ucraniano. La Sra. Luda lo cocinó. Su apartamento quedó severamente devastado cuando un avión ruso cayó cerca. Tuvo mucha suerte porque, de regreso del trabajo, logró entrar por la escalera y luego hubo una explosión. Si hubiera estado en la acera habría muerto como otros transeúntes. Ella sufrió heridas leves. Su marido, que estaba en casa, tenía una pierna gravemente herida.
En una de las plazas, Cáritas diocesana brinda ayuda humanitaria a los habitantes de la ciudad. Hay multitudes. El Padre Wojciech, director de Caritas, dice que están distribuyendo alimentos a más de 2.000 personas.
En el sótano de la iglesia de San Vicente de Paul viven una docena de personas desde el 24 de febrero, principalmente mujeres mayores, las fueron a visitar.No ha habido electricidad allí durante varios días, por lo que está completamente oscuro.
Acudieron a otro edificio donde en el sótano hay varias familias con niños que ya llevan 3 meses viviendo allí. Los niños son los primerosen salir corriendo, entrecerrando los ojos porque ahora no hay electricidad y afuera brilla el sol. Todos les saludan calurosamente. Los niños muestran los globos con los que juegan, bajana ver su refugio y les dicen: "¡Tened cuidado, está oscuro!". Les salvan los teléfonos y las linternas que el P. Wojciech donó a los niños. El suelo del sótano es solo tierra, por lo que hay polvo en el aire. Las mujeres muestran las habitaciones con colchones o modestas camas plegables. En una de las habitaciones hicieron un "baño", una ducha muy primitiva y un retrete empotrado en el suelo. ¿Por qué eligieron quedarse allí? ¿Por qué no se fueron como los demás o simplemente volvieron arriba a sus apartamentos? Cuentan que no tienen con quién ir, ni adónde ir. Esperan que la guerra termine pronto. Cada día la gente tiene menos fuerza.
“Nuestra presencia es muy importante para esta gente. El hecho de que no estén solos, que sepan que estamos con ellos, que les tendamos la mano, o incluso recibir un gesto de cariño…es el mayor apoyo y ayuda que le podemos dar a esta gente”. Podemos ser colaboradores de Dios siempre que hacemos el bien.
Jarosław Krawiec OP siempre termina agradeciendo muy sinceramente a todos aquellos que les ayudan y se preocupan por ellos. “Lo peor durante la guerra es estar solo. Gracias a todos vosotros, nos hemos sentido muy acompañados. Gracias por no dejarnos solos, por rezar por nosotros, por ayudar a los refugiados que han dejado Ucrania, por la ayuda que nos enviáis. Gracias por proclamar el evangelio de la misericordia a través de vuestras obras.”
V Encuentro Europeo de Promotores de Justicia y Paz
Estamos invitados a participar como Familia Dominicana de España en el V Encuentro Europeo de Promotores de Justicia y Paz: Aprender y compartir lecciones desde laguerra en Ucrania que se celebrará el próximo viernes 24 de junio de 2022 de 10:00 a 12:00h, con la participación como ponentes de Petro Balog OP (Promotor de Justicia y Paz en Ucrania y Polonia), Pilar del barrio (Dominicas Sisters Internacional_Europeo) y Xabier Gómez OP (Promotor de Justicia y Paz en Europa). Contará con traducción simultánea inglés-español.
El Promotor Regional nos invita a la Familia Dominicana de España para aprovechar la ocasión para conocer la situación en Ucrania. La segunda parte del Encuentro estará reservada a los frailes de la región para tratar temas propios de su servicio como promotores.
Para inscribirte hay que escribir a secretariadofd@dominicos.org indicando nombre, apellidos, correo electrónico, teléfono, rama o entidad a la que pertenece en FD y procedencia. Una vez realizada la inscripción se recibirá el enlace para asistir al Encuentro.
Gracias por tu compasión dominicana con Ucrania y los más vulnerables