Un sí para siempre a la Orden de Predicadores
Profesión Solemne de nuestro Hermano predicador Fr. Ignacio Andrés Castro Ortega, OP, en Montevideo (Uruguay), en manos del Vicario de Fray Antón Montesino, Fr. Leoncio Vallejo, OP
Una celebración sencilla pero llena del cariño de la gente que ha compartido su camino (familia, comunidad, amigos, familia dominicana, iglesia…) y de emoción por hacer vida ese sueño de Dios para su vida, que tan feliz lo hace.
En la Parroquia Santísima Trinidad, llevan todo el año trabajando el lema, “nos acompañamos para acompañar” y ahí presentes estuvieron todos, compartiendo la acción de gracias y la alegría del Don de la vida de Ignacio.
Fr. Leoncio Vallejo, resaltó en la homilía las ganas de Ignacio de vivir alrededor de la eucaristía, junto con Jesús, su confianza en Dios que siempre lo acompaña y su ser pesebre para acoger a Dios en cada uno que se acerca a él. Dios quiere ser uno en nosotros. Somo don, cuando dejamos que Dios habite en nosotros.
Las palabras finales de la profesión solemne: “hasta la muerte” resonaron con fuerza en los corazones de todos los presentes. Y culminó con el abrazo de todos los frailes, que con gran alegría y amor lo acogen y celebran su ¡Sí! a Dios y a la Orden de Predicadores.
En la acción de gracias tomó la palabra Nacho, dando muestras de su ser predicador, explicándonos qué significaba para él hacerse pan o ser hermano predicador. “Dios quiere ser la vida que nos sostiene, como Pan de Vida”. Agradeció tantos testimonios que han sido harina y fermento y le han convencido de que “es posible vivir de este Dios, que alimenta un amor que es más fuerte que la muerte.” Y que es “alimento de esperanza”.
Agradeció a todos los que han cuidado en su caminar con la escucha, la sonrisa o el abrazo. A su familia por demostrarle que en su mesa todas las personas tienen un lugar y un hogar, sobre todo las que están solas o tristes. A los que le han enseñado a vivir la vida dominicana, por mostrarle la predicación como un modo de vivir y servir, llevando y compartiendo el Pan de la Vida. A la familia dominicana, por el encuentro, la comunión, la misión compartida y el gozo profundo de caminar juntos. A Dios, por esa relación de Amor que le enseña un modo de vivir y habitar. El misterio de Dios en nosotros, y de nosotros en Dios.
Como Nacho dijo, “el anuncio del Evangelio es mi camino para ser Pan”. También pidió perdón por las veces que no ha permitido que el Amor circule.
En la estampa de recuerdo de la profesión, se incluyó esta oración:
Eres mi futuro y mi presente, Jesucristo,
Mi horizonte sobre llanuras anheladas…
Quiero ser chispa de tu fuego
y gota de tu fuente y sal y levadura
y simiente sembrada por tu mano
pensando poco en mí
mucho en mi hermano
Damos gracias a Dios por tu sí definitivo a la Orden de Predicadores, Fr. Ignacio Andrés Castro, OP, y rezamos por ti y tu misión. Jesús sigue llamándonos a evangelizar y acompañar. A ser Pan, que se parte y reparte para construir el Reino.