Visitas de nuestros misioneros Santiago y Salvador para agradecer vuestro apoyo
Además de disfrutar de la familia, los amigos, la comida española y el descanso, aprovechan para visitarnos y contarnos cómo van los proyectos en la misión
Fr. Santiago García Ríos, OP, lleva 11 años en Quillabamba (Perú), comparte la misión con su comunidad formada por los dominicos: Fr. Luis Verde, Fr. Vicente Suárez, Fr. Luis Ricardo Villegas, Monseñor Paco González y Fr. Ítalo Herrera. Su misión es principalmente pastoral a través de la Parroquia que atiende a 40 comunidades campesinas y Radio Quillabamba. Además, Santiago ahora es el capellán de las monjas dominicas de clausura.
“La mies es abundante y los obreros son pocos”, nos cuenta Santiago, que todos los días de diciembre hasta el 25 celebran la Navidad cada día en una comunidad. Al ser campesinos trabajan de sol a sol y sólo se puede celebrar la eucaristía a partir de las 19h para que puedan participar todos, algunas están a dos horas del convento.
En cada comunidad hay alguien que se encarga de la preparación y catequesis para recibir los sacramentos y se reúnen periódicamente con el párroco o el coordinador de la catequesis. Antes había una escuela de Biblia y muchos acudían.
El papel de la Iglesia es muy importante en el país, hubo una época en que la gente no se inscribía en el registro civil así que les pedían la partida de bautismo para los organismos oficiales, la gente vive y celebra su fe.
Fr. Salvador Nguema, OP, es vocación nativa de Guinea Ecuatorial, y nos cuenta que su misión en Malabo se centra mucho en la educación.
La comunidad está formada por Roberto Okón, Jesús Molongwa, Salvador Becoba y él. Dan clases en diferentes colegios: Jesús María, Claret, Salesianos, español y en la Facultad de Humanidades y Ciencias Religiosas y en la Universidad Nacional.
Entre los proyectos en los que les apoya Misioneros Dominicos – Selvas Amazónicas están las becas escolares. Salvador nos comparte que el mes de septiembre es un mes duro, porque muchos padres van al despacho a pedir ayudar para la matrícula, los uniformes o materiales…las familias son muy numerosas y todos quieren darles una buena educación a sus hijos.
Además, apoyamos la formación de catequistas, que es muy necesaria para transmitir el Evangelio a la gran cantidad de catecúmenos y el campamento de verano, en el que los niños disfrutan tanto aprendiendo.
Salvador nos cuenta que lo que más le gusta de la misión es encontrarse con la gente, hablar con ellos, escuchar lo que le transmiten. En la misión está todo el día con gente, a veces es demasiado absorbente, llaman a cualquier hora para ir a visitar a los enfermos y es importante acompañarlos en el dolor. Lo que más le cuesta, es ver tantas necesidades a las que a veces es difícil responder, sabiendo que eres su esperanza.
Hemos aprovechado para entrevistarles a ambos, y sus respuestas son muy interesantes, así que próximamente subiremos los vídeos. ¡No os lo perdáis!
