Más de un siglo llevan caminando los pies de los misioneros dominicos por la selva peruana. Fue en el año 1900 cuando el Papa Pio X encarga a los dominicos la evangelización del sur-oriente peruano, creando un Vicariato Apostólico que comprende una amplia zona desde las estribaciones de los Andes hacia Bolivia y Brasil, en plena llanura amazónica.
Son más de 150 mil kilómetros cuadrados, poblados de diferentes etnias y familias lingüísticas, que los misioneros recorren aprendiendo sus lenguas y denunciando los abusos y calamidades a que son sometidos los indígenas.
En el año 2017 este Vicariato Apostólico pasó a formar parte de la provincia peruana de San Juan Bautista de Perú.