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NOTICIAS DE MISIONEROS DOMINICOS

¿Qué está pasando en las misiones dominicas?

Situación de nuestras misiones amazónicas frente al Covid-19

Desde la oficina de Selvas Amazónicas en Perú, nos llegan noticias de cómo están afrontando en las distintas misiones la situación que el Coronavirus ha traido con los primeros contagios y las consecuencias para las poblaciones en situación más vulnerables.

Desde la oficina de Selvas Amazónicas en Perú, nos llegan noticias de cómo están afrontando en las distintas misiones la situación que el Coronavirus ha traido con los primeros contagios y las consecuencias para las poblaciones en situación más vulnerables.

El primer caso de persona contagiada por Covid-19 en Perú se confirmó el día 6 de marzo y nueve días después, el lunes 15 de marzo, se inició el estado de emergencia y aislamiento social en todo el país, unido a toque de queda en horario nocturno. Dada la evolución de la pandemia en Europa y las limitaciones propias del país en atención sanitaria hace que desde el gobierno se tomen con prontitud medidas drásticas que afectan a todo el país, incluso a los lugares más alejados y en mayor aislamiento geográfico, como son las comunidades nativas y campesinas de la amazonía peruana.

Aunque es cierto que el contagio por esta pandemia afecta de manera semejante a todas las personas, independientemente del lugar de residencia, allí donde la atención sanitaria es muy limitada y las posibilidades de evacuación prácticamente nulas, los efectos pueden ser devastadores en tiempo breve. Los análisis sobre los posibles impactos de esta pandemia en la amazonía y sus poblaciones originarias abundan en diferentes medios, pero nos falta conocer el día a día, qué medidas toman las comunidades allí donde la presencia del Estado es muy reducida, cómo responden las Misiones, qué medidas se toman en el Vicariato Apostólico, qué necesidades más urgentes se están presentando.

En el Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado las primeras decisiones se toman ya el sábado 14 de marzo, fecha en que se realiza una reunión del Consejo de Misión para evaluar la situación y tomar medidas ante la suspensión de actos públicos. Tras esta reunión, el Vicariato emite un comunicado suspendiendo todo tipo de actividad pastoral: Asambleas zonales, catequesis, visitas a comunidades nativas y campesinas, así como celebraciones eucarísticas. Y desde el domingo 15 ya se comenzó a retransmitir la misa por los diferentes medios digitales y radiales, tanto en Quillabamba como en Puerto Maldonado y Sepahua. Esa misma noche el Presidente decretó la Inamovilidad social obligatoria.

En la semana del 16-22 de marzo saltó la alarma en Puerto Maldonado, por el caso de una enfermera que había llegado de Lima con los síntomas de esta enfermedad, dando positivo a los análisis. Ella había atendido varios pacientes (especialmente niños y sus madres) durante el supuesto tiempo asintomático. Gracias a Dios, pasaron los días y tras haber cumplido su cuarentena en el domicilio, la paciente fue dada de alta, manteniendo la cuarentena. Hasta la fecha no se incrementaron los casos registrados en Maldonado.

Por su parte, en la otra ciudad del Vicariato, Quillabamba, se reporta un caso positivo una semana después. A la fecha, dicha persona continúa en cuarentena, con todas las medidas propias del caso, y no se ha reportado ningún otro caso en el Vicariato.

La Comunidad Nativa de Kirigueti fue noticia, pues en los primeros días, un grupo de turistas extranjeros se presentaron en la comunidad. Las autoridades de Kirigueti actuaron de inmediato y los trasladaron a la cercana base militar de Nuevo Mundo, sometiéndose ellos mismos después a cuarentena.

También se presentaron conflictos en La Pampa (Madre de Dios, zona de extracción del oro), debido a un enfrentamiento entre mineros y fuerzas del estado con armas y piedras, con el resultado de un minero muerto.

Los sacerdotes, religiosos/as y agentes pastorales del Vicariato están todos bien. Aquellos de mayor edad se encuentran totalmente recluidos en sus casas. Se han suspendido las misas y la atención pastoral en todos los lugares. En algunos casos, hay agentes pastorales que participan en las retransmisiones por internet (Maldonado, Echarate) liderados por ellos mismos, o en otros casos participando como espectadoras en sus comunidades. El monasterio de Quillabamba hasta el momento está pudiendo ser atendido por Mons. Francisco, a puerta cerrada.

En las ciudades y centros poblados más importantes del Vicariato, como Maldonado, Iberia, Mazuko, Quillabamba, Echarate, Pichari, Kimbiri, Quellouno, Santa Teresa…, hay un cumplimiento bastante generalizado y progresivo de la inamovilidad. En la zona de extracción del oro en Madre de Dios (Quincemil, Colorado, Delta Uno…) es donde se presentan situaciones más conflictivas, sabemos que el acatamiento de la orden de inamovilidad es muy reducido, especialmente en las actividades relacionadas con la minería, que se siguen realizando casi con total normalidad.

No hay reporte de ningún contagiado por Cornavirus en comunidades del Bajo Urubamba. Desde la Misión de Kirigueti se ha consultado a padres de familia y jefes de comunidades, quienes informan que en todas sus comunidades no tienen problemas de salud. Igualmente, las comunidades de la reserva del Alto Camisea informan que todos se encuentran bien, después de la delicada situación de salud que tuvieron tiempo atrás por leptospirosis.

En la propia comunidad de Kirigueti encontramos bastantes casos de personas con gripes y neumonía, pero es algo propio de la temporada y no guarda ninguna relación con el Coronavirus. Es común que todos los años en esta temporada de lluvias, entre diciembre y marzo, encontremos bastantes casos de contagios por gripes, algunas de las cuales derivan en neumonías, de las que felizmente se vienen recuperando con normalidad.

Semejante realidad presenta el Alto Urubamba, y hasta el momento presente no hay noticia de ningún afectado por el Covid-19 en ninguna de las numerosas comunidades quechuas y matsigenkasde esta región.

En Koribeni, la nueva Junta directiva electa pocos días antes de declararse la pandemia y cuarentena, hicieron llegar a los comuneros las recomendaciones que elGobierno había declarado para todo el País. Con su especial sensibilidad femenina (los cargos principales han sido asumidos por mujeres), han confeccionado canastas de ayuda para los más necesitados de la comunidad, sobre todo los ancianos. También la Misión distribuye alimentos a los ancianos más desfavorecidos. Los comuneros, que en su mayoría viven de sus pequeñas chacras, se desplazan cada mañana a las mismas para proveerse de lo necesario para su sustento, aparte de recoger la cosecha del cacao que se da estos días.

La posta médica ha dado también sus orientaciones de prevención a toda la población y mantiene su personal dispuesto a cualquier emergencia. Y algunos comuneros han sido beneficiadas por el bono de 380 soles (aproximadamente 100 euros) que ha otorgado el estado a familias en mayor estado de vulnerabilidad para garantizar al menos su alimento.

Las comunidades de misioneros dominicos permanecen en su casa-misión, tomando las medidas preventivas oportunas pero con las puertas abiertas para atender las necesidades que puedan llegar desde los pobladores. Todos los días se siguen celebrando el oficio y la Eucaristía rogando porque pase esta pandemia que está causando mucho dolor y con la esperanza que de él saquemos lecciones para que predominen los valores de convivencia, solidaridad y respeto por la vida de todos disfrutando de la Casa Común y de las maravillas que a través de ella nos regala el Padre Dios.

En la zona de Puerto Maldonado, a través de Cáritas Madre de Dios se ha logrado organizar un canal de solidaridad para que los fieles puedan hacer aportes desde sus hogares, y los comercios puedan hacer sus donaciones. En coordinación con las autoridades se han podido repartir hasta el momento más de 300 canastas familiares. En la ciudad de Quillabamba, ante la ausencia de una organización diocesana vigente, la propia parroquia en coordinación con las autoridades. En las demás parroquias necesitadas, por acuerdo con los párrocos, se están organizando individualmente. En Santa Teresa está repartiendo canastas a familias necesitadas y siguen pendientes de la situación de los damnificados por graves deslizamientos de tierras producidos en enero, que afectaron a poblaciones rurales cercanas. Santa Teresa es quizás la población del Vicariato que más viene sufriendo esta temporada.

Están jugando un papel muy importante una vez más Radio Madre De Dios, Radio Quillabamba y Radio Sepahua. Hay otras emisoras locales que también cumplen un buen papel, como ocurre en Huyro. Otros sacerdotes están buscando radios locales para dirigirse a sus fieles. Estos equipos de comunicadores del Vicariato juegan un papel social muy importante, en cuanto que mantienen informados y marcan un estilo de información ética, objetiva y veraz. Ejercen un control notable sobre las autoridades en cuanto que les exigen actuar, informar, ser transparentes... Y cumplen un rol pastoral en cuanto que nos brindan la plataforma única que ahora tenemos para la evangelización de los fieles.

Hay una primera preocupación marcada por el tiempo que va a durar la inamovilidad y las consecuencias económicas y de subsistencia que ello acarrea para muchas familias.El Vicariato, a través de sus Parroquias y Misiones, trata de atender a las poblaciones con mayor peligro de vulnerabilidad y pobreza, asociándose a otras entidades públicas y privadas, pero los recursos son limitados y las posibilidades de movilidad más aún.

Preocupa igualmente la situación de las comunidades nativas y su mediocre sistema de salud. Si la previsión es que poco a poco el contagio alcance a amplios sectores de la población, ¿qué va a pasar con estas comunidades a las que una gripe normal les pone ya en serios peligros?

Selvas Amazónicas Perú