Proyectos de Salud
Objetivo
La salud es fundamental para la vida, y los misioneros dominicos son muy conscientes de lo que supone para las familias la enfermedad de uno de sus miembros.
Beneficiarios
3.000de 6 comunidades
Subvención recibida
22.346 €Al iniciar una misión, los misioneros además de la Iglesia para la labor pastoral construían siempre una escuela para que pudieran estudiar y creaban un botiquín para atender emergencias básicas. En sus visitas a las comunidades cargaban siempre con algunas medicinas para fiebres, gripes o heridas. A día de hoy los gobiernos van asumiendo los centros médicos de casi todas las comunidades, pero en muchos casos los misioneros han abierto el camino para garantizar esos derechos y han denunciado cuando el médico no llegaba a alguna de las comunidades.
¿Cómo trabajamos en el área de la salud?
En los lugares de misión hay mucha sabiduría popular sobre plantas medicinales y remedios caseros. En muchas ocasiones aguantan tiempo con dolor antes de ir al médico, porque saben que las medicinas y tratamientos médicos son un “lujo” que no se pueden permitir. A veces cuando van, es demasiado tarde.
En el evangelio vemos en muchas ocasiones a Jesús curando a enfermos: a la suegra de Pedro le tendió la mano, al paralítico que estaba en la camilla le dijo: “levántate, toma tu camilla y anda”(Mc 2, 9b), al ciego Bartimeo le devolvió la vista, a los leprosos o a la mujer con flujos de sangre, endemoniados, muy marginadosen su época, los curó…
Atención y acompañamiento a los enfermos
Jesús se hacía presente cuando alguien sufría, lo acompañaba, se preocupaba por él, se conmovía y hacía todo lo que podía por curarles. Los misioneros dominicos, movidos por la compasión y siguiendo el ejemplo de Jesús cuidan a los enfermos, acompañan a la gente con enfermedad y a sus familias, rezan con y por ellos, los cuidan con sus visitas o llamadas, les acercan los sacramentos y además tienen algunos proyectos:
- Acompañamiento a personas de comunidades nativas que llegan a urgencias sanitarias en Cuzco (Perú): especialmente a mujeres embarazadas y niños. Se les ayuda a regularizar su situación administrativa para que puedan ser atendidos por el sistema público de salud, se busca alguien que pueda traducirle para que el médico pueda entender qué le pasa y se está atento a todo aquello que pueda necesitar.
- Ayuda para medicinas de enfermos crónicos en Santiago de los Caballeros (República Dominicana): colaboración con una parte de la medicación a personas vulnerables, con pocos recursos, que padecen enfermedades como diabetes o hipertensión y cuya medicación es fundamental para vivir dignamente.
- Centro de Salud Fray Luis Oregui en El Seibo, (República Dominicana): nació siendo un dispensario de medicamentos con precios más asequibles para la población (cubriendo el coste de los medicamentos y un beneficio mínimo para que el proyecto fuese sostenible) y se realizaban análisis clínicos además de haber un médico general que atendía por las tardes. Ante la gran necesidad ha ido creciendo poco a poco; además de la farmacia y el laboratorio, cuenta con médico de familia de lunes a viernes mañana y tarde, y especialistas algunos días en semana: ginecología, internista…Tienen una sala de emergencias donde realizan curas, cuentan con sillas de ruedas, muletas y andadores que prestan a quien lo necesita y están creando un banco de sangre, una sala de pediatría...
- Ayuda de emergencias sanitarias en Sepahua (Perú):ayudas sociales en evacuaciones por emergencias de Salud a Lima, cubriendo gastos por traslados, alojamiento y alimentación, gastos personales de pacientes, ayudas en atención sanitaria no cubierta por el Seguro Integral de Salud (SIS) creado por el estado peruano para personas en extrema pobreza.
- Emergencia COVID 19 en las misiones: En el 2020 se desarrolla un importante proyecto de atención a comunidades y postas médicas por la pandemia implementando equipos (especialmente oxígeno y respiradores) y materiales de protección personal (mascarillas, pantallas…).
- Pastoral de la salud, en El Fanguito (Cuba):acompañamiento de enfermos, escucha y oración por y con ellos, celebración de los sacramentos (confesión, comunión, unción de enfermos), y atender las necesidades materiales de la familia.